miércoles, 29 de octubre de 2008

Como otro día cualquiera...

Hoy pienso y creo que es un día extraño, quizás sea por
este tiempo
raro y loco, lloviendo a ratos, mientras te
quedas pensativa y se te estopea
el paragüas, y sientes
como las gotas de lluvia que caen en el cielo
te golpean
suavemente tu cuerpo, tu cara, tus ojos, tu pelo...

Te quedas reflexionando, mirando al cielo y en mi mente
cavilo
una y otra vez la misma situación de hace unos días.
"¿Por que todo me tiene que pasar a mí?"
Pero...verdaderamente no es así, no todo lo malo viene a mí,
también tengo mis ratitos felices teñidos de colores alegres
(aunque sean pocos), sé que cuando me da por darle
la espalda a
la vida, se tiñen de colores oscuros,
pero mientras fueron alegres, fueron algo agraciados.


No todo lo dulce sabe bien, esa es la típica frase que me
decía Andrea
(amiga de la infancia), y aún la sigo recordando
como si vocalizase las palabras tan lentamente,que me
quedaba acechando su boca mientras iva pronunciando
lentamente esa frase.


Nunca he llegado a entender muy bien que me quería decir
con esa frase, pero hoy en día creo que ya he encontrado
la respuesta. La felicidad está tejida a ratos, no siempre
podemos llegar libremente a tocar la felicidad con las palmas
de las manos, porque no siempre está donde nosotros
permanecemos(...)


PD. Te espero impaciente en el otro lado del mundo...

1 comentario:

NESTOR dijo...

Me encanta la sensacion de la lluvia en la cara, y como las gotas caen lentamente por mi cuello y se pierden por todos los rincones de mi cuerpo. Por eso cuando en dias como hoy la lluvia me duele solo pienso en que vendran chaparrones mejores.

UN BESO